En el primer aniversario del huracán María es preciso honrar la memoria de los que partieron, y seguir fortaleciendo la solidaridad, la unión de propósitos y el bien colectivo por los que sobrevivimos la peor catástrofe de nuestra historia y por el legado que debemos a nuestras futuras generaciones.
Es también necesario recordar el esfuerzo de los trabajadores y trabajadoras en todo este proceso por sacar adelante el país.
A un año de María, casi 60 mil familias no tienen un techo seguro y todavía hay mucha gente que pasa hambre y sufre en soledad. Esas dificultades responden a la ineficiencia y la burocracia insensible del gobierno estatal y federal.
Pero, los trabajadores de la FCT seguimos presentes con nuestro compromiso social y aportar la cuota nos corresponde para hacer un nuevo país, menos vulnerable y más solidario.